Dina Buechler nació en Zagreb, el 28 de abril de 1940, en el seno de una familia judía.
Su padre, Dragulin (Yakub) Buechler era abogado y su madre Blanka Brodaric, ama de casa.
Tan pronto como estalló la guerra en Yugoslavia ,en el día de su primer cumpleaños, su padre fue arrestado en la calle, junto con otros intelectuales y enviado al conocido campo de Jasenovac y fue asesinado por los alemanes el 8 de octubre de ese año , 1941.
También enviaron al mismo campo a su abuelo y a sus dos tíos y todos fueron asesinados.
Blanka, fue confinada junto con Dina y su madre, Elza Brodaric,en el campo Loborgrad.
Seis meses después, se declaró una epidemia de Tifus en el campo y Blanka temiendo por la vida de su hija y con la ayuda de un guardia yugoslavo encontró la manera de sacar clandestinamente a su bebé del campamento.
Colgó del cuello de Dina un cartón con el nombre y la dirección de familiares , la envolvió en una funda de almohada y la entregó,
En algún momento del invierno de 1941 llegó un paquete inusual a las oficinas de la
comunidad judía en Zagreb, que operaba bajo estrecha vigilancia del régimen Ustaša.( que era un
movimiento ultra nacionalista , racista croata , aliados del nazismo que desató una represión en extremo
cruel contra la minoría serbia y contra los judíos).
Lo entregó un hombre que depositó la caja de cartón y se fue sin dar explicaciones.
Al abrir la caja, los asombrados funcionarios de la comunidad encontraron una bebé y una nota en su
cuello :Entregar esta bebé a Blanka Silzer, la dirección y la fecha de nacimiento de la niña.
El incidente fue descrito por Abraham Joshko:
“ Un día, a finales de 1941 o principios de 1942, un hombre trajo un paquete a la comunidad judía donde
yo trabajaba y lo dejó.
Cuando abrí el paquete me quedé atónito. Era un bebé precioso, y una nota con la dirección de Blanka
Sitzer”.
Blanka,que vivía con documentos falsos ,se llevó a su pequeña sobrina a casa.
Se había casado con Vladimir First, pero antes de que se cumplieran dos meses de su casamiento, los
alemanes comenzaron con las deportaciones de judíos a Auschwitz y él fue deportado.
Fue allí, cuando ella decidió unirse a los partisanos y para eso necesitaba encontrar un lugar seguro para
su sobrina.
Intentó dejarla en un convento, pero las monjas no tenían niños tan pequeños y no se animaron a
aceptarla.
Tras una intensa búsqueda, encontró a una mujer, Anika Belitz, que estaba dispuesta a hacerse cargo de la
bebé a cambio de un pago y Blanka la dejó al cuidado de la misma.
Sin embargo, cuando su amiga de antes de la guerra, Djina Beritic, visitó a la niña para ver cómo estaba,
descubrió que sufría desnutrición y abandono.
Sin tener en cuenta el peligro que significaba para ella y su hijo Tihomil, Beretic decidió sacar a la
niña de la casa donde obviamente la trataban mal y llevar a Dina a su casa.Simuló que la llevaba a dar un
paseo y no la regresó.
El marido de Beritic era un marino que casi nunca estaba en casa
Ella y su hijo, que era estudiante de medicina, cuidaron con devoción a la pequeña Dina y le enseñaron a
leer y escribir.
“La señora Djina me cuidó con cariño, como si fuera su propia hija.
También su hijo, me quería mucho, como a una hermana pequeña y así ́me llamaba.En una oportunidad
me salvo llevándome en brazos al refugio antiaéreo durante los bombardeos de Zagreb.”
Djina no vaciló ni siquiera cuando se difundieron rumores de que estaba escondiendo a un niño
judío y sus vecinos amenazaron con denunciarla.
Para proteger a Dina, la hizo bautizar, le cambió el nombre a Marija y le enseñó a orar.
Dina se quedo con la señora Djina desde el invierno de 1942 hasta el final de la guerra.
Cuando terminó la guerra, los padres de Dina no regresaron.
Ambos habían muerto en el Holocausto.
Blanka, la tía que se había unido a los partisanos,sobrevivió y vino a buscar a la niña.
Fue muy duro y angustiante para Dina tener que abandonar el cálido hogar de Djin Beretic, quien la había
cuidado durante tanto tiempo.
A pesar de la dificultad de separarse de la niña que había llegado a amar, Beritic le explicó
que era judía , que su verdadero nombre era Dina y que debía vivir en el seno de su propia familia.
Blanka y Dina se fueron a vivir con la tía de Blanka, Paula Sitzer, que era cantante de ópera.
Permanecieron en Yugoslavia hasta diciembre de 1948, año en que las tres emigraron a Israel.El contacto
con los Beritic siguió.
Dina los visitó en 1961 y en 1968.
Djina falleció poco tiempo después de cáncer, pero Dina mantuvo el contacto con Tihomil, médico e
investigador.
“ Me llama su hermana pequeña y se conmueve cada vez que lo llamo.
Yo también me conmuevo al escuchar su voz y disfruto de nuestras charlas.
Siento mucho amor y un profundo agradecimiento por esta familia”
En 1994, Dchina-Gertruda Beritic y su hijo, Tihomil Beritic, fueron reconocidos por Yad Vashem como
Justos de las Naciones.
Fuentes
Yad Vashem
USHMM
Dina y Tihomil el día del nombramiento como Justos de las Naciones
Djina y Dina