Heinz Drossel nació en Berlín en 1916.
Sus padres, Paul y Elfreide Drossel, eran fuertemente opositores al régimen nazi y lo expresaban abiertamente.
Heinz estudió abogacía, en 1938 intentó emigrar sin éxito, se quedó en Berlín y se recibió en 1939.
Se negó a unirse al partido nazi por lo que se le prohibió ejercer su profesión.
Al día siguiente de dar su último examen para ejercer la abogacía, fue reclutado por el ejército alemán.
En 1940 fue llamado a participar a la invasión del ejército alemán a Francia.
Entre 1941 y 1945 estuvo en el frente ruso.
En el verano de 1941, la unidad de Drossel capturó a un oficial ruso.
Su comandante le ordenó llevar al prisionero de regreso al batallón.
Drossel sabía que esto significaba la ejecución del mismo, por eso lo llevó en la dirección opuesta, es decir, hacia las tropas rusas.
Como hablaba ruso, le dijo: “no soy un asesino, soy un ser humano”.
En el año 1942 Heinz se enfermó y lo enviaron a Berlín para su recuperación.
Mientras salió a dar un paseo, vio una mujer junto a la baranda de un puente.
A medida que él se acercaba, la mujer se ponía cada vez más nerviosa e intentó tirarse.
Heinz la detuvo, evitó que saltara y mientras trataba de calmar su temor pudo entablar una conversación con ella.
Así se enteró que se llamaba Marianne Hirschfeld, que era judía y que temía ser descubierta y enviada a un campo de concentración.
La familia de Drossel se había ido a Senzig, una pequeña ciudad en el campo, para resguardarse del peligro de los bombardeos nocturnos y su departamento estaba vacío.
Llevó a Marianne a su casa familiar, la escondió, poniendo en riesgo su propia vida y le dio dinero, para que hallara un nuevo refugio al tener que regresar él a su unidad.
En 1945, mientras estaba disfrutando de un permiso para visitar a sus padres en Senzig, un partidario nazi que vivía allí, denunció a un amigo suyo, Ernst Fontheim, su novia Margot y sus padres Jack y Lucie Hass.
Ellos estaban viviendo con documentos falsos, este hombre lo descubrió y los reportó a las autoridades.
Ante esta situación la familia Drossel actuó.
Heinz trasladó rápidamente a Ernst y a Jack a la casa familiar de Berlín y a Margot y a su madre les encontró refugio en otro departamento.
Cuando llegó la Gestapo a detenerlos a Senzig, no los encontró.
“La ayuda inmediata que nos ofrecieron generosa y desinteresadamente los tres miembros de la familia Drossel, nos permitió a los cuatro sobrevivir las últimas cinco semanas de la guerra”, dijo Ernest Fontheim. “Evidentemente, se arriesgaron a un castigo severo y, en el caso de Heinz, a un consejo de guerra, que casi con certeza habría resultado en la pena de muerte. Ofrecieron su ayuda libremente por su amistad con nosotros y porque se oponían ferozmente a los nazis y especialmente a la brutal persecución y asesinato de los judíos”.
En la primavera de 1945 Heinz fue enviado de regreso al frente ruso, eran las últimas semanas antes del fin de la guerra.
La SS le ordenó abrir fuego contra posiciones rusas y Drossel ordenó a su batallón abrir fuego contra la unidad de la SS.
Como consecuencia de esta acción fue arrestado y cuando estaba en espera de su ejecución fue liberado por el avance de los rusos y confinado a un campo de prisioneros.
A los pocos meses fue liberado y regresó a Berlín.
Al tiempo, caminando por las ruinas de la ciudad se encontró con Marianne, a quien había salvado tres años antes.
Se casaron en 1946.
Heinz retomó su carrera legal, se convirtió en juez y se jubiló en 1981.
En mayo del año 2000 Yad Vashem lo nombró Justo entre las Naciones.
En el año 2001 el gobierno alemán le otorgó su medalla civil más importante.
Heinz Drossel dijo:
“Después de recibir el honor de Yad Vashem, he hablado ante más de 5.000 jóvenes alemanes en escuelas, escuelas secundarias y universidades.
Es necesario darles a los jóvenes el coraje de ser humanos”.
Heinz Drossel falleció en abril de 2008 en Simonswald, Alemania.
En 2013, Katarina Stegelmann publicó una biografía de Heinz Drossel:
“Bleib immer ein Mensch: Heinz Drossel, ein stiller Held. (Berlin-Aufbau)”
“Sigue siendo un un ser humano. Heinz Drossel, un Héroe silencioso.”